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SS. Pedro y Pablo

Qué le responderíamos a Jesús si hoy nos preguntara: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? / Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Homilías del Padre Nicolás Schwizer M ateo 16, 13-19 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en

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Sin la oración no hay sitio para el Espíritu Santo

San Juan 16,12-15: Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad // Fuente: PildorasdeFe.net

Del Santo Evangelio según San Juan 16,12-15

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: "Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes" Palabra del Señor


Reflexión del Papa Francisco:

[...] Sin el Espíritu Santo no podemos entender. Es justamente el Espíritu Santo el que nos hace entender la verdad o, usando las palabras de Jesús, es el Espíritu el que nos hace conocer la voz de Jesús: “Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen”.

La Iglesia sale adelante gracias a la obra del Espíritu Santo, que nos hace escuchar la voz del Señor. ¿Y cómo puedo estar seguro de que esa voz que escucho es la voz de Jesús, de que lo que escucho que debo hacer viene del Espíritu Santo? Hay que rezar.

Sin la oración no hay sitio para el Espíritu Santo. Hay que pedir a Dios que nos mande este don: “Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en cualquier momento qué debemos hacer”, que no es siempre lo mismo. El mensaje es el mismo: la Iglesia sale adelante, la Iglesia sale adelante con estas sorpresas, con estas novedades del Espíritu Santo. Hay que discernirlas, y, para discernirlas, hay que rezar, pedir esta gracia. Bernabé estaba lleno del Espíritu Santo y entendió inmediatamente; Pedro vio y dijo: «Pero, ¿quién soy yo para negar aquí el Bautismo?».

Es el Espíritu Santo quien hace que no nos equivoquemos. “Pero, padre, ¿por qué meterse en tantos problemas. Hagamos las cosas como siempre las hemos hecho, y así estamos más seguros…”».

El problema de hacer siempre lo mismo que hemos hecho, es una alternativa de muerte. Hay que arriesgarse con la oración, mucho, con la humildad, a aceptar lo que el Espíritu Santo nos pide que cambiemos. Esta es la vía.(Homilía en Santa Marta, 28 de abril de 2013)

Nota seleccionada para el  blog del Padre Fabián Barrera

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